UN AMAROK EN LA LUCHA CONTRA EL VIH/SIDA

Bajo las condiciones más adversas, es importante demostrar inteligencia, sentido de la orientación y pericia al volante. Navegar sin GPS, solo con mapas del desierto fotocopiados en blanco y negro. Esta es la situación que tuvieron que superar cada día para encontrar la ruta correcta y llegar a los puntos de control específicos por los que deben pasar todos los participantes. En el vehículo no se permiten dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y ordenadores portátiles, solo un transmisor DF con función de emergencia. 

La prueba discurre por terreno marroquí, sobre terrenos pedregosos, con grava, dunas de arena y traicioneros pasos por agua. Afortunadamente, ir a bordo de un Amarok con tracción off-road a las cuatro ruedas es una garantía. Edelhoff como piloto y Wukovich como copiloto, demostraron una enorme fortaleza y un gran entendimiento. Un total de 10 días de esfuerzo, con 18 horas de duro trabajo diario, sacando arena entre dunas, piedras, tormentas de arena y lluvia torrencial. Gestionando la presión, solas y sin ayuda, aplicando sus conocimientos técnicos y controlando sus nervios, incluso en situaciones críticas. Este fue su sacrificio durante una semana y media, una auténtica montaña rusa de emociones. 

La pareja alemana se mantuvo firme con su misión gracias también a la robustez y fiabilidad del Amarok. Juntos lograron superar todos los obstáculos y caminos sin que nada resultara infranqueable. Pese a no tener experiencia en este tipo de pruebas, Edelhoff y Wukovich terminaron en la 42ª posición absoluta, siendo la mejor formación alemana. Joachim Franz, fundador de «Move the world – expedición para la concienciación sobre el SIDA», está muy orgulloso de la actuación de sus dos amazonas: «Solo cuando las mujeres puedan tener la oportunidad de mostrar sus habilidades y rendimiento, podremos caminar hacia la igualdad de derechos». 

A partir de ahora, Edelhoff y Wukovich, darán charlas sobre su aventura en el desierto con el objetivo de seguir recaudando fondos para un orfanato en Sudáfrica, creado conjuntamente por Joachim Franz y la organización «be your own hero e.V.».